5 julio, 2022

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Dejemos de pensar en utopías, usemos la Innovación Social para construirlas.

Desde hace un par de años, el contexto nos obligó a poner atención a nuestro entorno. Ya sea desde un nivel personal, de comunidad, nacional o mundial. 

No sólo lo vemos en las noticias de la televisión. Probablemente contamos con Internet, luz y con un dispositivo inteligente, así que tenemos la facilidad de abrir una app o una ventana digital y ponernos al día con todo lo que está sucediendo.

 

La ventaja es que ya no solo existe la posibilidad de cumplir el rol de espectadores. Podemos hacer algo, tomar acción. No se trata solamente de ser solidario o empático, compartir contenidos con hashtags o hacer donaciones, sino de ir un paso más allá y hacer la diferencia (no solamente intentarlo).

 

Partamos de una idea, aquella que parezca una locura pero que puede cambiar: comportamientos, hábitos, estereotipos e incluso el sistema para mejorar las condiciones sociales en donde vivimos. Podremos decidir si será para nuestro círculo cercano o llevarlo más allá de las fronteras.

 

¿Cómo lo sabremos?

 

A partir de juntar historias de vida, perspectivas, ideas y unas cuantas herramientas. Estaremos haciendo Innovación Social. Y transformaremos las ideas en: iniciativas sociales, productos y servicios que retan las temáticas sociales para resolverlas.

No escogeremos las temáticas al azar, nos alinearemos con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Así formaremos parte del colectivo que apuesta por resolver temas de Agenda de Desarrollo Sostenible creada por los líderes mundiales en el 2015.

 

Antes de seguir hablando sobre la innovación social, es importante aclarar las siguientes diferencias. Eso no nos convierte en activistas ni voluntarios. Recordemos que un voluntario es aquella persona que apuesta por una causa en particular. Participa de manera activa en alguna institución u organización que atienda esa causa para que crezca en sus operaciones y atienda a más personas.

En cuanto a un activista, esta persona probablemente ya tiene experiencia en diferentes voluntariados. Ya invirtió tiempo y esfuerzo en descubrir su propósito en la comunidad. Si ya es un ejemplo para otros y embajador de la causa que representa, la identificamos como un agente de cambio o luchador social.

 

¿Entonces en qué nos convierte el usar la Innovación Social?

 

Definitivamente en personas que buscan un equilibrio entre sistemas que involucran el ambiente, la sociedad y la economía para mejorar la situación actual.

 

A ti que estás leyendo esto, te propongo que nos atrevamos a dar un paso más adelante y nos convirtamos en emprendedores sociales. Enfoquémonos en generar proyectos que sean sostenibles desde la perspectiva financiera y la operativa. Así evitamos que las iniciativas sociales dependan solamente de las donaciones en dinero o especie. 

 

Entonces, ¿qué es la innovación social? Nos referimos a la innovación social como la mitigación de los errores de un sistema. 

Partimos de identificar a los actores claves para conocerlos, nos enseñen y entendamos cómo se conforma su contexto (o sistema) y junto con ellos encontramos los problemas con mayor prioridad a resolver. 

 

Aquí es donde entra la creatividad, los métodos para concretar ideas y probarlos de tal manera que confirmemos la utilidad y el potencial para ser un proyecto que dure tanto como cualquier empresa tradicional.

Recuerda que no es lo mismo crecer una organización a crecer el impacto que tienen tus acciones o iniciativas. Tu impacto crece de acuerdo al nivel de cambio de paradigma (mentalidad) que estás creando en el sistema de la problemática que deseas resolver.

El luchador social no llega tan lejos si viaja sin compañía, necesita aliados para multiplicar el impacto, descubrir retos que antes no eran obvios. El mejor aliado siempre está cerca, solo es cuestión de llamarlo y que conecte con la causa. Ese es el reto.

Ya que tengas tu consejo de: aliados, expertos y mentores consúltalos siempre que puedas. Investiga esos santuarios donde se encuentran: clubes online, clubes en establecimientos, bares, bibliotecas, foros virtuales, redes sociales.

“Un santuario es donde se encuentra tu tribu”.

Por tribu nos referimos a una comunidad de luchadores con una misma causa. Todos se ayudarán mutuamente para alcanzar su propósito.

Asegúrate de estar con personas con quienes compartes tus creencias. Recuerda que nuestras creencias dictan cómo actuamos. Si deseamos cambiar cómo nos relacionamos con los problemas, debemos cambiar las normas, reglas y leyes sociales que dicta la actualidad para poder obtener mejores resultados que generen mayor bienestar.

Para cambiar el paradigma, te sugerimos que inviertas un 80% de tu tiempo en diseñar y ejecutar acciones. El otro 20% habrá que dedicarlo a revisar cuáles normas, leyes y reglas sociales impactan en este cambio de paradigma. 

Parecería que con esta distribución del tiempo, eso de tener una “iniciativa sostenible” se ve más complicado. La realidad es que cuando cuentas con tu propósito, tribu y las acciones de cambio, el ser sostenible vendrá por añadidura y por los ejercicios constantes que surgen de la innovación social.

Un gran ejemplo es Olimpia Coral con su iniciativa de ley de violencia digital aprobada en más de 7 estados en México. ¡Imagínate que tu iniciativa sea tan fuerte que transformes la calidad de vida de una comunidad!

Estamos buscando a emprendedores y luchadores sociales conscientes de que en equipo hacemos más. Aquellos que ponen atención y no les es suficiente cómo están las cosas ahora. 

Ponemos a su disposición el Certificado de Innovación Social de Haz La Lucha donde:

  1. Elegirán el gran problema/necesidad y despertarán la creatividad para encontrar la causa raíz.
  2. Identificarán y entenderán a los protagonistas del gran problema, así como a los actores clave que son parte del sistema. 
  3. Gracias a los protagonistas y actores clave, identificarán los principales errores para mitigarlos y entonces generar una nueva alternativa.
  4. Esto no termina aquí, sino que pondrán la nueva alternativa en el mundo real. Podrán medir y evaluar el nivel de impacto de la idea, además de generar estrategias para conectar con más luchadores y agentes de cambio.

Mitigar errores del sistema y disminuir la brecha en temas sociales no tiene que ser utópico. Hagámoslo juntos, demostremos que se puede y seamos parte de los luchadores y emprendedores sociales que ya están retando lo cotidiano o el “deber ser.”

Nos encantará que nos acompañes, que experimentes y utilices la innovación social. No hay nada que perder, al contrario, te aseguramos que empezarás a ver lo que sucede desde otro ángulo.

Sigamos despertando nuestro luchador social.

#HazLaLucha #PonteLaMáscara #Retemoslocotidiano

 

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Alejandra I. Martínez Westphal

Designpreneur

https://www.orale-mx.com/

Lucho @lucholalucha

Luchador Social- Escritor

https://beacons.page/hazlalucha

 

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